Impresiones con KinnikuNeko: SUPER MUSCLE CAT para Switch: un gato cachas, humor y plataformas con sello muy personal

A primera vista KinnikuNeko: SUPER MUSCLE CAT puede parecer una locura —un gato con cuerpo de culturista luchando contra una invasión alienígena— pero esa absurda premisa es solo la superficie de un proyecto profundamente personal, creado desde cero por Kamotachi —bajo el sello Charditronic—, un diseñador español afincado en Gerona y que nos recuerda a trabajos anteriores como los que llevó a cabo nuestro querido Locomalito.

El juego se lanzó en PC en marzo de 2024, tras años de evolución, cambios de concepto y un intento fallido de crowdfunding en Kickstarter. A pesar de ello, Kamotachi continuó su desarrollo animado por la visibilidad que ganó el proyecto, hasta su versión final para ordenadores compatibles, combinando plataformas 2D, humor y referencias al anime noventero. Algo más tarde, y con la colaboración de Mameshiba Games, KinnikuNeko ha dado el salto a consolas —incluyendo Nintendo Switch— en marzo de 2025, con algunas mejoras visuales, ajustes jugables y doblaje en varios idiomas que enriquecen la experiencia general. 

Con esa pose tan espectacular este primer enemigo final nos durará un suspiro

Desde el primer minuto, la historia se siente como un capítulo del típico anime clásico de humor alocado que más de uno hubiera querido ver de niño. Una invasión extraterrestre amenaza a la Tierra, y KinnikuNeko, Lemon y Keita se embarcan en una aventura cargada de risas, amistad y acción exagerada. La narrativa, intencionalmente estrafalaria, alterna momentos muy locos con cortes cómicos y secuencias melodramáticas, reforzando la sensación de estar jugando una serie animada más que con un videojuego al uso. Este tono no es casual, y formaba parte del guion desde los primeros compases del diseño del juego, ya que su creador admitió que quería rendir homenaje a sus influencias de niño mientras creaba algo propio y auténtico.

Superando estos minijuegos "macahcabotones" aumentaremos
nuestro nivel de fuerza

Por otro lado lado, esa misma sensación de personalidad desbordante se extiende al apartado audiovisual. El juego se presenta con una estética vibrante que homenajea la animación tradicional de los 90, con colores saturados, expresiones exageradas y animaciones que generan risas constantes. La banda sonora es apropiada y pegadiza con algunos temas como el del enfrentamiento final, más memorables—, y el doblaje —disponible en español, inglés y japonés en la versión de consola— refuerza la sensación de estar dentro de un anime loco que ha sabido extraer lo mejor de esas series y mangas que nos acompañado en las últimas décadas, como Evangelion, One Piece o MuscleMan —Kinnikuman de Takashi Shimada y  Yoshinori Nakai—, del que toma prestado quizás la mayoría de sus referencias. No podemos dejar de mencionar el talento del creador al dominar el diseño gráfico, la música y la programación para darle forma al juego. Impresionante.

El apartado audiovisual es muy aparente

¡Ah! Y especial mención a su espectacular opening —también hay un ending animado, aunque más corto y menos efectista—, que es simplemente una delicia. Con una canción cantada al más puro estilo japonés, un dinamismo y una producción de sobresaliente; de verdad. Y el doblaje, otro aspecto muy destacable y que ha supuesto un esfuerzo extra por parte de su desarrollador, que quiso contar con un equipo profesional detrás de esas líneas de diálogo que aderezan nuestros compases a lo largo de la aventura, o durante algunas cinemáticas.

Ese aura nos vuelve invencibles, ¡aprovecha KinnikuNeko!

Jugablemente, el título destaca por los cambios que se dan en las mecánicas cuando cambiamos de forma: como “Gato Cachas”, KinnikuNeko combate enemigos a tortazo limpio, rompe rocas y participa en minijuegos de fuerza. Tras quitarse el tanga mágico, nos convertimos en un minino adorable y es cuando KinnikuNeko es rápido, salta alto y trepa paredes con agilidad felina. Esta alternancia —que exige encontrar a Lemon para cambiar de forma— aporta variedad pero también puede ser en ocasiones algo rígida o impostada en ciertos momentos. En cualquier caso, es una interesante capa añadida a la jugabilidad que se agradece y que le da un toque a la exploración de niveles, alejándose un tanto del típico desplazamiento hacia la derecha, permitiendo que el jugador vuelva sobre sus pasos, indague para encontrar secretos o, simplemente, encuentre a Lemon para poder continuar por el camino marcado.

La relación entre los protas se irá desvelando a medida que avancemos

En cuanto a los controles, KinnikuNeko: SUPER MUSCLE CAT posee divertidos movimientos y responde bien al mando, aunque también pueden asomar algunas aristas en ciertos puntos, algo que tampoco es excesivamente criticable habida cuenta su origen y naturaleza. Puede que no responda a las colisiones al dedillo, pero al menos pegar tortazos, saltar y ejecutar volteretas como gatito son suficientemente satisfactorios para el jugador. En algunos segmentos, especialmente en fases de scroll automático o saltos precisos, la jugabilidad puede parecer menos fiable, lo que puede llevar a frustración en tramos exigentes. La dependencia de zonas específicas para cambiar entre formas también rompe un poco el ritmo de las plataformas, y ocasionalmente algunos enemigos o niveles no están tan equilibrados como el resto de la aventura. Estos puntos menos pulidos, junto con plataformas que a veces “juegan malas pasadas”, reflejan los límites de un desarrollo que ha sido obra de una sola persona, aunque no empañan, ni mucho menos, la experiencia general. 

Sobre su dificultad, la versión de PC original era un pelín más dura en comparación con las conversiones consoleras. Con menos checkpoints dispuestos a lo largo de los niveles, y enemigos más letales, el propio Kamotachi decidió darle una vuelta, y se han realizado ajustes para hacer la versión de consolas más accesible y fluida para una audiencia más amplia, reduciendo algunos picos de dificultad, conscientemente, buscando un equilibrio que invitara al jugador a terminar la aventura sin frustración extrema. Aún así, hay algunos momentos que os costarán más que otros, pero todo será cogerle "el puntillo".

Tesura edita en Europa dos ediciones físicas del juego para PS5; la 
estándar y la espectacular Purrrrfect (en la imagen)

Al final, KinnikuNeko: SUPER MUSCLE CAT es una pequeña sorpresa en este competitivo mundo del indie y el desarrollo de garaje. Funciona porque encierra en su diseño un espíritu delirante, entrañable y singular que pocos juegos consiguen sostener y, además, está apoyado por un apartado audiovisual brillante y espectacular que denota mucho esfuerzo y cariño por el anime nipón. Puede no ser perfecto en todos sus detalles jugables, pero su carisma, pasión y homenaje cultural compensan muchas de esas asperezas, dejando una impresión imborrable y un estilo propio que resuenan, a modo de sonrisa velada, mucho después de apagar la consola. ¡Muy recomendable!