Impresiones con Evercade EXP: nostalgia coleccionable, cartuchos y diversión portátil

El sistema Evercade nació con una idea muy clara en 2020: recuperar el ritual del videojuego clásico sin obligar al jugador a pelearse con configuraciones, ROMs o dispositivos genéricos. Blaze apostó por una plataforma cerrada, basada en cartuchos físicos oficiales, con licencias reales, cajas, manuales a color y una filosofía muy concreta: cada colección debía percibirse como los lanzamientos de hace unas décadas. No era solo jugar a videojuegos antiguos o indie, también era coleccionarlo.

Con el paso del tiempo, el ecosistema Evercade fue creciendo en varias direcciones. Llegaron la portátil original, la VS de sobremesa, revisiones de hardware y un catálogo cada vez más amplio que mezclaba nombres históricos —Atari, Data East, IREM, Namco, Capcom— con desarrolladores menos conocidos o títulos olvidados. Algunos cartuchos, además, han ido ganando valor con los años al quedar descatalogados por vencimiento de licencias, reforzando esa sensación de producto físico limitado que hoy prácticamente ha desaparecido del mercado tradicional.

El pack original de la EXP era muy interesante

A finales de 2025, se llevan lanzados en el sistema aproximadamente unos 80 cartuchos físicos divididos en varios colecciones —consolas, arcade, ordenadores personales...—, con un precio competitivo —aunque en alza, todo hay que decirlo—, y con algunos de estos cartuchos cotizando más debido a su rareza o por estar descatalogados desde hace un tiempo debido a licencias expiradas, por ejemplo. El ecosistema de la Evercade dirige a su público objetivo a la colección, así que siempre habrá menos disponibilidad para determinados juegos. Al final, lo interesante es que entre todos esos cartuchos son casi 700 los juegos disponibles, con licencia oficial, caja, cartucho y manual, la diferencia más notable con respecto a otras máquinas emuladoras de origen chino que inundan el mercado de un tiempo a esta parte.

El modelo concreto EXP es complicado de conseguir ahora,
pero el legado pervive en el resto de máquinas del sistema Evercade

Además del catálogo de clásicos licenciados, es reseñable comentar que Evercade ha desarrollado también un espacio interesante para juegos indie, homebrew y títulos “neo‑retro”, ofreciendo a los jugadores la posibilidad de acceder a producciones modernas con estética y mecánicas clásicas que difícilmente se encontrarían en formato físico en otras plataformas. Algunos de los cartuchos más representativos de esta línea incluyen Indie Heroes, que reúne una selección de títulos de pequeñas desarrolladoras, Mega Cat Studios Collection, con juegos nuevos de estilo retro que homenajean los clásicos de 8 y 16 bits, o Home Computer Heroes, que recopila joyas de ordenadores domésticos como ZX Spectrum y C64 adaptadas al ecosistema Evercade. Este enfoque no solo amplía la biblioteca de juegos disponibles, sino que también aporta un valor añadido significativo al ofrecer experiencias únicas que combinan nostalgia con creatividad moderna, reforzando el atractivo de la plataforma tanto para coleccionistas como para jugadores que buscan descubrimientos nuevos dentro del estilo retro.

Goodboy Galaxy y Witch n' Wiz compartieron cartucho en 2023

En cuanto al modelo que hemos probado, la Evercade EXP, fue lanzado en 2022, y es una versión remozada del modelo original que pretendía ser el “definitivo” dentro de la familia. Sobre el papel, era una evolución clara: pantalla IPS más grande y nítida, mayor potencia, salida HDMI —720p— para disfrutar en el televisor, mejor emulación, compatibilidad total con el catálogo previo y un añadido muy llamativo para los fans del arcade: el modo TATE, que permite jugar en vertical a títulos diseñados originalmente para ese formato. Además, el pack del modelo EXP incluye en memoria 18 juegos de Capcom —Street Fighter II, Final Fight, Forgotten Worlds, Megaman X...— y un cartucho arcade recopilatorio de IREM —R-Type, Mr. Heli...— lo que refuerza su valor como dispositivo listo para jugar desde el primer momento.

La filosofía de sencillez de uso y objeto coleccioniable físico de Evercade es clara

Tras bastantes horas de uso con la máquina, la EXP cumple bien en uno de los aspectos más importantes: la emulación. Los juegos que hemos probado —arcade, fundamentalmente— funcionan con garantías y fidelidad suficiente para ser disfrutados, sin lag realmente apreciable y con un comportamiento estable. No hay sorpresas desagradables en ese sentido; lo que se espera de cada sistema es, en general, lo que se obtiene. Para quien busca una experiencia retro “limpia”, sin capas técnicas innecesarias, Evercade sigue siendo una propuesta muy sólida tras el lustro que llevan estos sistemas en el mercado.

Así lucen las cajas de Evercade

Los cartuchos vienen acompañados de su correspondiente manual

En el uso diario, el menú de Evercade cumple sin alardes. La interfaz es sencilla, clara y funcional, pensada para que cualquier usuario pueda moverse sin problemas entre cartuchos, juegos y opciones. Al insertar un cartucho, el sistema lo reconoce de inmediato a través de un satisfactorio sonido —¡click!— y muestra la lista de títulos incluidos, con acceso directo a manuales digitales cuando están disponibles. La navegación por los ítems es rápida, aunque algo espartana: no hay demasiados filtros ni opciones avanzadas de organización, más allá del orden básico y la selección directa. A nivel de configuración, las opciones son correctas pero limitadas: ajustes de imagen, asignación básica de botones, idioma y poco más. Algunos juegos incluyen desbloqueables internos, como galerías o títulos ocultos, respetando el comportamiento del original, pero no existe un sistema global de logros o progresión.

Por otro lado, nos parece interesante comentar que el sistema Evercade no permitía configurar dip switches en los juegos arcade desde su lanzamiento, pero esta función se añadió en 2025 mediante una actualización de firmware para los diferentes modelos, incluyendo la EXP. Esto permite ajustar parámetros clásicos de arcade, como dificultad, vidas o créditos, directamente desde el menú de opciones del juego. Sin embargo, no todos los títulos arcade lo soportan todavía. Creemos que esta opción debió de ser una función incluida en los cartuchos desde su lanzamiento original.

En cuanto a las actualizaciones de firmware, se realizan vía Internet —Wi-Fi en modelos como EXP y EXP-R—, y suelen centrarse en mejoras de compatibilidad, correcciones puntuales y soporte para nuevos cartuchos, sin alterar demasiado la experiencia base. En conjunto, es un sistema operativo discreto, sin florituras, coherente con la filosofía Evercade: que el protagonismo lo tengan los juegos y el formato físico, no la capa de software, lo cuál también es de agradecer.

La Evercade EXP Limited Edition

A esto se suman opciones de visualización bastante limitadas. Hay escalados y configuraciones básicas, pero se echan en falta más filtros, ajustes finos o posibilidades de personalización que otros dispositivos retro ofrecen desde hace tiempo. No es un problema grave, pero sí una oportunidad perdida para un hardware que, por concepto, apunta directamente al público más entusiasta del retro.

Lo cierto es que los juegos de Evercade son super coleccionables :)

Donde empezaron a aparecer ciertas desavenencias es en la ergonomía. La EXP no es una consola incómoda de inmediato, pero sí deja una sensación ambigua tras sesiones largas. El material plástico ofrece una textura rugosa para mejorar el agarre pero no transmite un acabado más allá del suficiente. La cruceta y los botones principales pueden resultar demasiado duros, y la disposición general de los controles no siempre acompaña. Esto se nota especialmente en el modo TATE: la idea es excelente y muy atractiva sobre el papel, pero en la práctica sujetar la consola en vertical y manejar los botones durante más de unos minutos se vuelve incómodo, con las manos forzadas a una posición poco natural. Es un modo interesante, sí, pero difícil de disfrutar de forma prolongada. Por el precio quizás tampoco se puede pedir más, hay que tener en cuenta sus limitaciones.

Interesante pero la implementación del TATE mode no fue definitiva

Con el tiempo, Blaze decidió ajustar el rumbo y lanzó una sucesora directa: Evercade EXP-R. Lejos de ser una revolución, la EXP-R es una reinterpretación más austera del concepto EXP. Mantiene la misma base técnica —misma pantalla, mismo rendimiento, misma compatibilidad— pero elimina elementos como la salida HDMI o los juegos preinstalados, apostando por un enfoque más puro y, sobre todo, más barato. Resulta ser un aparato más ligero, algo más cómodo en mano y con mejor autonomía, pero pierde algunas de las características de su hermana mayor, y quizás por ello, Blaze mantuvo ambos modelos en el mercado durante un tiempo. Ahora si quieres hacerte con una EXP habrás de rebuscar en catálogos de trastienda o segunda mano.

El ritmo de lanzamientos nuevos sigue siendo alto:
Rare o Activision son de los últimos cartuchos publicados

Evercade es una plataforma muy particular. No es la opción más cómoda, ni la más configurable, ni la más moderna, pero sí una de las pocas que defiende el videojuego retro como objeto físico, con licencias oficiales y una identidad muy definida. Si entras en su ecosistema sabiendo lo que ofrece —y también lo que no—, cualquiera de las versiones —en nuestro caso la EXP— pueden encajar. Si buscas ergonomía perfecta, opciones avanzadas de imagen o comodidad absoluta, probablemente tengas que seguir buscando. Aquí, el valor está en otro sitio, y es uno muy interesante: en los juegos licenciados, los cartuchos físicos con caja y manual, y en el cariz coleccionista que posee.