Si eres amante de los juegos de aventuras y exploración 2D con gráficos pixelados y una historia simple pero entretenida de por medio ( apunto!), entonces no pierdas de vista a Aggelos, un juego en la línea Wonder Boy III que no llegó a despuntar en ordenadores hace más de un año, pero que vive una segunda juventud en consolas gracias al lanzamiento digital y las ediciones físicas para Switch y PS4 que Meridiem nos trae en nuestro país.
Y es que la fórmula no por gastada en la actualidad deja de estar vigente: la exploración de un mundo más o menos abierto que se nos va abriendo a medida que conseguimos nuevos objetos y habilidades que nos permitan continuar por caminos antes vetados, siempre resulta de interés gracias a la inteligente mezcla de las habilidades de un plataformas y la acción y toque rolero de las aventuras tradicionales de desarrollo lateral que han parido la dupla indie Wonderboy Bobi y Storybird.
Después de un tiempo deambulando por el juego encontraremos un sistema de viaje más adecuado para nuestros menesteres |
En la piel de Aggelos, tendremos que liberar al otrora pacífico reino de Lumen de la amenaza que seres venidos de otra dimensión están provocando en el país. Para ello habrá que recuperar cuatro elementos al tiempo que atravesamos diferentes escenarios ambientados en bosques, mares, cuevas o templos. Al más puro estilo las aventuras no lineales que durante una época representaron el sumum de los videojuegos a finales de los 80 y principios de los 90.
Hay muchos cofres del tesoro ocultos en habitaciones secretas |
Evolucionados luego en otras aventuras más complejas para las que Metroid o Castlevania se presentan como adalides de la causa, lo cierto es que este tipo de plataformas más abiertos se han venido recuperando de un tiempo a esta parte sobre todo por los desarrollos de la escena independiente, que han visto un filón interesante al que agarrarse y no soltarlo. Muchas veces, lo complicado es no quemarse y, por fortuna, Aggelos lo consigue, gracias a que se trata de un diseño comedido, muy justo, que no estira el chicle y que respeta el formato original de buena manera.
Obtendremos poderes mágicos a medida que avancemos |
Fruto de esto es también una duración quizás algo más corta de lo esperado, pero a cambio recibiremos una buena tunda de nostalgia pixelada y sonidillos chiptune. La mecánica es muy sencilla: tendremos que ir abriéndonos camino eliminando enemigos, recogiendo monedas, aumentado experiencia y descubriendo nuevas puertas por las que pasar. No faltarán los jefes finales, los personajes con los que interactuar e incluso una adivina que nos pondrá sobre la pista si vamos algo perdidos. El apartado gráfico podría considerarse como un híbrido entre los 8 y los 16 bit, con ciertas licencias, algo similar a una PC-Engine, si queremos situarnos temporalmente. Los controles responden bien (mejor con el digital, todo hay que decirlo), y sí que se diferencian un poco más del algo más tosco manejo de los personajes de videojuegos de hace un par de décadas.
«A cambio recibiremos una buena tunda de nostalgia pixelada y sonidillos chiptune»
El diseño está bien planteado, es inteligente y no se obceca con provocarnos a volver una y otra vez sobre nuestros pasos, aunque si que hay backtraking, por supuesto. Tampoco la propuesta de dificultad es demasiado alta, y aunque los checkpoints al principio están dispuestos más o menos cercanos, luego quizás os convenga mejorar vuestro equipamiento y tener una reserva de corazones mayor, pues los enemigos empiezan a ser más molestos, sus patrones de ataque más complicados y su número aumenta considerablemente. Así, con todo, no se trata de una aventura muy larga, y puede conseguirse el 100% con algo de perseverancia. Además, la la adivina en el castillo nos echará una mano siempre que la consultemos, por lo que es realmente complicado quedarnos atascados en el juego.
Será importante mejorar nuestro equipo para librarnos de los enemigos más molestos |
En conclusión
Aggelos bebe de lo mejor de esos títulos de plataformas no lineales que tan bien funcionaron en los 90 y que han resurgido de un tiempo a esta parte. Forma parte de ese selecto grupo de grandes juegos como Wonder Boy Dragon's Trap, Blaster Master Zero, Shantae o, por supuesto, Monster Boy and the Cursed Kingdom. Quizás no al mismo nivel que algunos de estos juegos, pero sin perder de vista las limitaciones en su propia producción y un diseño muy bien planteado que no ha querido ir más allá de lo que el equipo de desarrollo podía abarcar.
No podían faltar los jefes finales, claro |
Así, nos encontramos con un juego divertido, que engancha a la primera, con un desafío justo, visualmente agradable y honesto consigo mismo. Quizás algo más de contenido no le hubiera venido mal (aunque incluye un modo desafío interesante), y haber diseñado con mejor perspectiva el sistema de equipamiento o mapeado, hubiera redondeado el conjunto, pero son pequeños apuntes en un juego que funciona estupendamente.
Aggelos está disponible en descarga digital para ordenadores y consolas de nueva generación. Meridiem Games publica una edición física para PlayStation 4 y Switch disponible en tiendas.
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