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99 Levels to Hell |
El concepto roguelike se utiliza para denominar a juegos tipo “Rogue” título que data de 1980 en el que avanzábamos por mazmorras bidimensionales generadas aleatoriamente en las que teníamos que buscar por ejemplo un amuleto que nos permitiera salir de ellas. Por lo general todo el aspecto gráfico estaba recreado mediante caracteres de letras y símbolos. El paso del tiempo ha hecho que en la actualidad se utilice este término para referirse a juegos en los que avanzamos por mazmorras generadas azarosamente por el sistema, tanto en su diseño como en la distribución de los objetos dentro de la misma.
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La hemoglobina no faltará en este sangriento juego |
Encarnamos el papel de un mago que ha quedado atrapado en un castillo y no le quedará otra que recorrer infinidad de mazmorras infestadas de todo tipo de criaturas que intentarán parar nuestro camino para recuperar la libertad. Saltando, dinamitando paredes y disparando a todo lo que se mueva por delante tenemos el reto de superar 99 niveles divididos en grupos de 10, que harán las veces de checkpoint. Al terminar cada decena nos espera el habitual Final Boss que intentará mandar al traste nuestra sufrida misión.
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Los escenarios os recordarán a los viejos juegos de mazmorras |
Menos mal que las mazmorras están llenas de tesoros, dinero, corazones de salud extra y mejoras de nuestra arma que nos pondrán las cosas mas fáciles a lo largo de nuestro periplo. En cada nivel necesitamos encontrar una llave para poder abrir la puerta a la siguiente mazmorra, todo esto sin entretenernos mucho ya que tenemos tiempo límite para encontrar la salida. Si no lo conseguimos vendrán unos fantasmas en nuestra búsqueda que nos rodearan y darán buena cuenta de nosotros antes de que nos demos cuenta, ¡ups!
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Hacía tiempo que no nos lo posábamos tan bien haciendo el gamberro |
La generación aleatoria de niveles y la gran cantidad de elementos que encontramos en las mazmorras, desde portales interdimensionales hasta casinos y tiendas, hacen de cada partida una experiencia diferente, además la tensión constante de no encontrar la llave o la salida antes de que aparezcan los fantasmas provocará que nos pensemos muy, muy bien nuestro próximo paso en las mazmorras.
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A veces hay que tomarse un descanso entre tanto hachazo indiscriminado |
El apartado técnico es vistoso, la mezcla entre el diseño caricaturesco y el toque gore -con la sangre saltando a borbotones cuando disparamos a los enemigos-, le da un punto de originalidad. La música es muy cañera, metal a tope y la verdad es que se ajusta como anillo al dedo. Con respecto al control, podemos elegir entre la combinación ratón y teclado o usar un mando USB, pareciendo en un principio más recomendable y precisa la primera opción, sobre todo a la hora de manejar la mirilla con la que apuntamos a los enemigos. Hay que decir que se detecta cierta imprecisión en ambos métodos de control a la hora de ejecutar ciertos saltos.
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¡Menudo infierno! |
Escucha la banda sonora en bandcamp
Más info en la web oficial del juego
mmmm, para cuando un análisis de Super House of the Dead Ninjas? BUENÍSIMO. Es que este juego que analizáis siempre me recuerda al otro, aunque supongo que este será más lento.
ResponderEliminarEste me voy a esperar a que esté en Steam.