Impresiones con Toki para Switch: operación chapa y pintura para el veterano maquinero

Tras un periplo de casi 10 años, por fin llega la versión remasterizada de todo un clásico de los arcades

La historia de la nueva remasterización del clásico Toki daría para escribir uno de esos libros de videojuegos que hoy en día pululan por las librerías como setas. Ideado hace casi 10 años como proyecto personal de Golgoth Studios, un pequeño estudio francés que también se llevó la licencia de Joe & Mac al agua, los dires y diretes que vinieron a continuación formarán parte de su truculenta historia, pero lo mejor es olvidarlos y disfrutar con este clásico remozado con pocas novedades bajo el brazo y una edición física más que apetecible.



Seguramente el proyecto le vino grande al bueno de Philippe Dessoly. o bien no supo gestionar lo que parecería en un principio un proyecto asequible y darle salida. La verdad es que tras continuos retrasos, anuncios de salidas en falso y cambios de plataformas, la sorpresa vino en abril de este año cuando se supo que Microïds se hacía cargo de la edición del juego, y por tanto el último impulso necesario estaba más que dado.

Los movimientos que podemos ejecutar son los mismos que en el original

Desde el principio fue concebido como una remasterización, sin más florituras, del conocido arcade de TAD de finales de los 80. De hecho, tanto la dificultad como su desarrollo son casi calcados a la placa de los 90, aunque hay sutiles diferencias que los mejores conocedores del juego reconocerán casi al instante. Olvidaros de guardar partida (ni falta que le hace), aunque podréis aprovecharos de la propia naturaleza de la consola portátil, al dejarla en suspensión y poder volver a la partida un poco más adelante. Se trata de un arcade puro, corto, que exige precisión, memorización de las trampas y obstáculos y descubrimiento de las mejores opciones a la hora de usar nuestros power-ups, sin olvidar las estrategias de combate contra los jefes finales. Lo de toda la vida, vaya.

La pantalla del mapa es más atractiva

Bastante valorado en nuestro país, Toki siempre ha tenido cierta legión de seguidores gracias a sus mecánicas directas, original protagonista (y ese escupitajo como arma arrojadiza) y dureza de controles. Ni el desarrollo algo lento, ni las continuas trampas jugables que los diseñadores japoneses distribuyeron a lo largo y ancho de sus niveles, echaron para atrás a los viciosos que se acercaron a los recreativos para tratar de salvar a la chica del tipo convertido en mono en el juego.

Los power-ups como el casco suponen todo un respiro para nuestro protagonista

Estas premisas se han mantenido intacta durante el último lustro, y este nuevo Toki viene a ser prácticamente el mismo arcade de toda la vida con nuevos gráficos dibujados a mano y en alta resolución. El toque especial de este artista del dibujo junto a Pierre Adane (Mr. Nutz) se deja notar por cada uno de sus poros, ganando en riqueza visual tanto en personajes como en escenarios de fondo. En un estilo similar al del estupendo Dragon's Trap o el más reciente Monster Boy, el estilo de dibujo entre manga y oriental le sienta francamente bien a un título 2D de este porte, poniendo en valor el buen diseño que en su momento ya tuvo el juego original.

El enfrentamiento contra el primer jefe sigue siendo igual de disparatado

La banda sonora también ha sido rehecha, y la verdad es que, aunque no destaca tanto como el apartado gráfico, es de agradecer que se haya trabajado en este apartado para llevar las aventuras del simio a la actualidad. Esto, junto a las opciones de elección de dificultad, es todo lo que ofrece, de momento, el juego, y es que aquí tenemos el punto más desaprovechado de la licencia: la nula incorporación de novedades. Es una pena que los diseñadores no hayan podido (o querido) incorporar el juego original en esta versión. Haber podido intercambiar al momento entre la versión moderna y la original siempre es un puntazo y otorga valor añadido a una remasterización de esta naturaleza. El propio Dragon's Trap, Flashback o R-Type Dimensions son ejemplos notables de este tipo de añadidos.

Tampoco faltará el nivel submarino

Por otro lado, tampoco tenemos opciones de filtros gráficos, modos de juego o la posibilidad de compartir nuestras puntuaciones con el mundo, el alma mater de un juego arcade. Parece ser que se incorporarán en breve nuevas modalidades de juego, que le proporcionarán más interés al conjunto, pero hay que reconocer que de primeras el juego se queda algo corto en este sentido, y más cuando su descarga digital no es barata, precisamente.

La opción física
Mucho más interesante resulta la opción de compra física. La denominada Retrocollector edition, distribuida en nuestro país por Meridem Games, añade al juego en físico una serie de extras que justifican el precio y le dan más valor, sobre todo teniendo en cuenta el principal público objetivo al que debe ir dirigido: pegatinas, litografías, un comic exclusivo con la historia dibujado por el propio Dessoly, una caja especial y las piezas de madera necesarias para construir un pequeño mueble de recreativa tipo bartop, es lo que encontraréis en el pack. Apetecible y más apropiado.

La opción física es más atractiva

Esta remasterización de Toki será seguramente el sueño de muchos aficionados. La puesta al día gráfica y sonora del juego es una nueva excusa para disfrutar de las aventuras del simio más mono de los videojuegos. Prácticamente nada ha cambiado con respecto al original; jugablemente son casi calcados y la elección de nivel de dificultad (básicamente número de continuaciones y vidas disponibles), son de lo poco novedoso. Lástima la oportunidad perdida por incluir más contenido o la opción de intercambiar entre el juego original y el nuevo, un añadido que sobre todo los nostálgicos pedirían a gritos. En realidad, es uno de esos lanzamientos que bien merecen la pena hacerse en físico por los extras que incluye, y por recuperar la esencia arcade de toda la vida, y nunca mejor dicho.

Más info en la web oficial de Toki