Pero que tampoco esta historia lleve a confusión, pues este downgrade -ah… Tenía ganas de utilizar esa palabra- no le ha sentado nada mal al juego, porque si bien como Metroidvania cualquier sabe lo que podría haber sido SpaceJacked, como tower defence se muestra como un sólido y vertiginoso arcade con algunos detalles muy buenos.
Comienza el ataque. ¿Has construido las suficientes defensas como para detener a los aliens? |
El argumento del juego no es un dechado de originalidad. En el modo historia encarnas a Dave Paprovsky, un técnico de mantenimiento que debe proteger de hordas y hordas de alienígenas su nave mientras se van completando saltos por el hiperespacio con la misión de rescatar a diversos científicos.
El juego tiene un modo historia… tampoco es que sea muy importante, la verdad |
Dentro de nuestra nave espacial hay diversas salas - tres en inicio, y hasta siete en total. Entre salto y salto al hiperespacio, los alienígenas entrarán siempre en una de estas salas y, hasta donde yo sé, en sólo una de ellas. Tu misión por lo tanto será acabar con ellos antes de que destruyan el reactor general de la misma o que acaben con tu vida. Para ello cuentas con un arma con la que disparar y la posibilidad de construir -y mejorar- torretas de defensa con las herramientas que tienes.
Uy uy uy… los enemigos cercan el reactor. Habrá que volver a jugar replanteando la defensa |
Estas torretas pueden ser de tres tipos, cada una con un coste, un daño y una forma distinta de actuar. Los enemigos muertos dejarán al desaparecer herramientas en el suelo que puedes recoger y utilizar para reparar el reactor de cualquier sala o para construir y/o mejorar cualquier torreta.
Aunque nuestra misión sea eliminar las hordas de enemigos, todo esto se hace para rescatar gente |
Éstas tampoco podrán construirse en cualquier sitio; cada sala tiene unos lugares marcados en el suelo o en el techo donde pueden construirse. Y lo bueno es que cada torreta puede desmantelarse y recuperarás, según el modelo de la torreta, todas o gran parte de las herramientas que te costó construirla, de forma que tras limpiar una sala puedas “recoger” tu arsenal y llevártelo a la nueva sala que vaya a ser asediada en los pocos segundos que te dan de gracia, y montar de nuevo todo el “tinglao” defensivo.
Por suerte, en cada fase se generan botiquines que te permiten regenerar vida |
Y lo de los pocos segundos es muy importante. En Spacejacked, una vez empieza la invasión, tendrás muy poco tiempo de respiro. El juego es muy rápido, los enemigos no pierden el tiempo y tú te desplazas a toda leche. Al principio los enemigos no son demasiados y casi puedes matarlos tú con tu disparo, pero a poco que avanza el juego necesitas de más y más torretas defensivas, y a medida que sigue adelante encontrarás que nunca tendrás suficientes recursos como para crear o mejorar torretas nuevas sin desmantelar las salas ya pacificadas. Eso hace que tengas que pensar y actuar rápido, en el momento en que limpias de toda amenaza una sala tendrás que saber qué vas a desmantelar para rápidamente teletransportarte a la nueva sala en peligro y montar las defensas antes de que empiecen a llegar los enemigos.
Cada vez que rescatas a un científico estará disponible para hablar con él o ella -y que te ofrezca minijuegos- en la sala de control |
Y si la velocidad tanto de los enemigos como de ti mismo fuera poco para darte la sensación de urgencia, el ritmo rápido de su banda sonora hará que sientas que los enemigos son un torrente imparable hasta que, de pronto, ya no quedan más que matar… aunque sólo sea un espejismo, porque salvo que se haya dado un salto al hiperespacio -no depende de ti-, en breves segundos los tendrás en otra sala haciendo de las suyas.
Estos minijuegos nos los ofrecen los científicos rescatados, y suponen un soplo de aire fresco a la mecánica principal del juego |
Al principio comentaba que el juego ha conservado la habilidad del control gravitacional, lo cual significa que puedes en todo momento cambiar de orientación vertical y pegar tus pies al techo -o al suelo, según dónde estés-, aunque por muy interesante que parezca esta mecánica al principio, hasta que no le cojas el tranquillo, será más un problema que una ventaja.
Cada varios días de saltos -un día se corresponde con una fase, y una fase se compone de varias invasiones a nuestras salas- encuentras a un científico que te dará alguna mejora extra… y que también te permitirá jugar a un minijuego, lo cual se agradece al aportar variedad a la mecánica básica del juego.
Y por si fuera poco el estrés de cada día -tras saltar al hiperespacio tienes un momento de tranquilidad hasta que decides pasar al día siguiente-, el juego tiene además del modo historia un modo sin límites, donde los enemigos van saliendo y saliendo hasta que te maten o hasta que, poco probable, te aburras de matarlos tú.
También, de vez en cuando, no te saldrá una miríada de enemigos sino que te las verás con uno solo, pero más fuerte - una especie de jefe final |
Como podrás deducir por todo lo comentado sobre la rapidez y frenetismo del juego, Spacejacked no es un juego al que dedicar muchas horas seguidas. Impone un ritmo frenético que es ideal para partidas relativamente cortas, de diez o quince minutos, que es lo que te puede durar una invasión diaria y que, tras una o dos de éstas, te dejan agotado. Así que, si te gustan los arcades frenéticos donde liberar adrenalina rápido, échale un vistazo a Spacejacked. Incluso aunque no te atraigan los tower defence...
Por: Javi (Vampirro)
Más info en la web oficial y en la página en Steam
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