Hace algo más de 10 años todavía existía un reducto de hábiles programadores y diseñadores de videojuegos que creían en aquella máxima con la que exprimir gota a gota todo el jugo de las máquinas sobre las que creaban sus títulos. En los 80 y 90 era habitual sorprender al jugador con producciones que parecían romper las barreras de las máquinas sobre las que corrían, y tanto juegos como producciones audioviosuales de la demoescena (por ejemplo) se encargaban de dejar claro que el talento y la imaginación podían anteponerse a las limitaciones técnicas de la época.
Así fue como comenzaron a surgir algunos motores 3D que intentaban proporcionar esa nueva dimensión a máquinas con poca potencia y sin duda no pensadas para tareas de este tipo. El caso de GameBoy Advance, por ser la portátil más comercial del momento fue muy claro, y en ocasiones los resultados a la hora de crear un juego tridimensional para la pequeña CPU de la consola de Nintendo dejaba bastante que desear. Surgieron algunos nombres que pasaron de largo, como el motor
Blueroses de los italianos
Raylight, pero pocos sabrán que un pequeño estudio español llamado
Qbix estuvo a punto de sorprendernos a todos con sus creaciones a partir de un increíble motor 3D para GBA.
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El motor Blueroses ganó cierta fama en su momento |
A partir del mundo de la demoscene en Amiga, donde aprovechar cada bit de los procesadores es lo más importante, este grupo de entusiastas amantes de la programación de bajo nivel y de exprimir al máximo las CPU sobre las que trabajan, tuvieron a punto
un par de demos geniales basadas en Resident Evil de Capcom, y en Virtua Racing de Sega. Cada una de ellas con sus particularidades, dejan claro que también podrían haber tenido hueco en el catálogo portátil de la época, y que sólo la mala fortuna, el desinterés de las productoras y un mercado orientado hacia otros géneros y público, dieron al traste con algunos de los proyectos más interesantes que hemos conocido para GBA amén de otras máquinas coetáneas como GP32 o los móviles Nokia de alta gama con sistemas Symbian, cuya versión fue la más avanzada, con en un capítulo completo de juego, con puzles y un boss.
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Desgraciadamente nadie se lanzó a publicar los juegos de Qbix |
Gracias a
Toni Gálvez hemos tenido la ocasión de hablar con algunos de los artífices de aquellas producciones y el material que crearon, para que nos cuenten todo lo que pasó en aquellos años repletos de sueños imposibles y muchísimo esfuerzo y dedicación. ¿Preparados?