Para esta segunda parte nos centraremos en otra serie de juegos algo más dispar: Beetle Adventure Racing, Snowboard Kids o Star Soldier 64 no tienen mucho que ver entre ellos. Un juego de carreras locas en un mundo bastante abierto y excéntrico, un título de snow que imita la mecánica de Mario Kart y un shooter venido a menos pero competente... lo único que tienen en común es que han sido relegados al olvido por parte de la mayoría de los jugones, algo que en RetroManiac nos hemos empeñado en evitar.
En el próximo número de RetroManiac repasaremos a conciencia la historia del desarrollo de la consola, desde su concepción por parte de Nintendo y Silicon Graphics hasta su difícil nacimiento, prácticamente tres años después, de mientras disfrutad con los juegos que os presentamos:
Personajes de dibujos animados |
La consola de Nintendo no se caracteriza precisamente por sus juegos de lucha, y mucho menos bidimensional. ¿Mortal Kombat? Resultó ser una conversión infame que sólo se vio resarcida cuando Eurocom tomó las riendas en Mortal Kombat 4. ¿Street Fighter? No pasó del mero rumor. ¿King of Fighters? No me haga reir oiga. En cuanto a los “one vs one” tridimensionales tan de moda en aquellos años, tampoco los usuarios podían vanagloriarse de mucho la verdad. Mace, el propio Mortal Kombat, Fighters Destiny o Super Smash Bros. es lo mejor que dio la máquina, pero hete aquí que Konami nos sorprendió a todos con un título de lucha curioso y bastante original.
Programado por el mismo equipo que los posteriores Castlevania para Nintendo 64, y lanzado únicamente en Japón y Europa (por muy extraño que parezca), Rakuga Kids, que viene a significar algo así como “Chicos grafiteros”, es un juego de lucha uno contra otro que no se sale de lo común si no fuera por su divertido diseño gráfico y sus excelentes animaciones. Los personajes están planteados como si fueran dibujados a mano, en un estilo muy parecido al del famoso Parappa the Rapper de Namco, o el mismísimo, (este posterior) Paper Mario de Nintendo. Son sprites que se superponen sobre fondos realizados en tres dimensiones pero que realmente acaparan toda la atención gracias a la gracilidad de sus movimientos y apariencia gráfica, muy simpática y notable. El cartucho no dejaría de tener sus problemas, como la escasez de personajes, ocho, o un sistema de combos que para las alturas a las que nos encontrábamos era limitado, además de que precisamente ese aspecto algo infantil podría echar para atrás a más de uno. Además, es uno de los pocos cartuchos de la consola que posee esperas en las cargas, en este caso entre los combates, seguramente debidos a las fuertes técnicas de compresión que se solían aplicar a los juegos en este soporte.
Con todo Rakuga es un juego bastante olvidado, curioso, divertido y original, con una banda sonora muy cachonda y unos personajes tremendamente simpáticos y diferentes a lo que estamos acostumbrados en este género.
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Los escenarios son fantásticos |
¡Pero que bueno es! En Nintendo 64 nunca han faltado los buenos juegos de coches, tanto arcade como simuladores, pero Beetle Adventure Racing (BAR para los amigos) pertenece a una categoría propia… ¿juego de exploración con coches? ¿carreras de exploración? ¿escarabajos a la carrera?... Electronic Arts aprovechó que Volkswagen había lanzado el nuevo “escarabajo”, uno de sus coches más populares, el año anterior, para poner a la venta en Nintendo 64 un nuevo juego basado en el dicho modelo. Paradigm (Pilotwings 64, F1 Grand Prix) se encargó de programarlo, y lo cierto es que les salió un juego casi redondo.
Verdes de envidia, los usuarios de N64 no podían disfrutar de la saga Need for Speed, así que seguramente la solución de EA fue cortar por lo sano y ofrecer un producto que se adaptaba mejor al público de la consola de Nintendo. En BAR conduciremos a uno de estos coches a través de circuitos muy variados, largos, repletos de secretos y tremendamente bien realizados. Podremos coger atajos mientras saltamos sobre ríos, atravesamos cobertizos o nos hacemos con ítems escondidos que nos proporcionan un turbo temporal. Sorprende sobremanera el diseño de los escenarios y de los circuitos, repletos de detalles, subidas, bajadas, cambios en los exteriores… La bajada desde un volcán hasta la zona costera en una isla tropical es genial. Paradigm logró en el juego introducir al jugador en el coche y hacerle partícipe en unos escenarios creibles y a la vez disparatados. La tasa de frames por segundo era más que aceptable, la profundidad de visionado increíble y la niebla inexistente, aunque como contrapartida se optó por colocar un extraño marco negro que empequeñecía un tanto la pantalla, (imaginamos que con la intención de disminuir la carga gráfica del juego). La banda sonora, aunque original, no sonaba demasiado bien y un servidor optaba en la mayoría de las ocasiones por bajarle el volumen.
Curiosamente en Australia apareció el juego bajo el nombre HSV Adventure Racing. HSV es una marca de coches australiana que realmente se dedicaba a convertir modelos internacionales y adaptarlos a su mercado. En conclusión, BAR es un juego de carreras largo y muy, muy divertido, con un planteamiento único y original y unos circuitos fantásticos. Su desarrollo podría compararse con San Francisco Rush, pero la realidad es que el juego de Paradigm tiene personalidad propia, y muy marcada por cierto.
Peor que otras entregas de la saga, pero divertido a fin de cuentas |
Hudson poseía un valor seguro en su saga Star Soldier. En PC-Engine prácticamente triunfaba con cada nuevo lanzamiento basado en la serie de matamarcianos, y los ávidos jugones japoneses esperaban con ansia al nuevo “caravan” para demostrar su valía a los mandos. Con la llegada de la consola de 64 bits de Nintendo, la compañía de la abejita quiso subirse al carro, y que mejor que hacerlo con dos de sus franquicias clave: Bomberman y Star Soldier.
El nuevo shooter cambia la perspectiva cenital de entregas anteriores por otra con cierto ángulo, más parecida al famoso Raystorm de Taito, los gráficos son una mezcla de polígonos y sprites resultones y el diseño de los niveles interesantes. Sin embargo la música es mediocre y algunos cambios en la jugabilidad no son del gusto de todos, como era la imposibilidad de cambiar de arma durante la partida, ya que podíamos escoger entre tres naves al principio y cada una de ellas poseía un armamento predefinido. Hudson también incorpora otras características novedosas en su matamarcianos, como un sistema de combos bastante elaborado, dos tipos de bombas diferentes y una nueva técnica para rechazar los disparos.
Con todo no hemos elegido a Star Soldier precisamente por su sobresaliente calidad. El cartucho es algo irregular pero es uno de los pocos matamarcianos que existen en la consola y sólo apareció en Japón, y en Estados Unidos lo hizo casi de “tapadillo”. Merece la pena que le eches un vistazo a poco que te guste el género.
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Densha de GO! 64
¿Una especie de simulador de trenes japoneses? ¿Estamos locos o qué? Antes de que pases al siguiente título, ten en cuenta que los trenes siempre han contado con cierta veneración en el país del sol naciente, y que entre nosotros también se encuentran muchos aficionados a estas auténticas máquinas de la revolución industrial. Densha de GO! Es una popular y prestigiosa saga de juegos iniciada entre 1995 y 1996 en las máquinas aracade por parte de Taito que se ha ganado la fama a base de extraños mandos de control que imitan los reales de los trenes, y a la diversidad de plataformas en los que ha aparecido alguna de sus entregas. En la época en que PlayStation estaba más fuerte que nunca, Taito se animó a realizar una conversión del juego para Nintendo 64, y lo cierto es que no está nada mal. Permite el uso del pad de la consola, pero lo suyo es jugarlo mediante el mando especial. Además también era compatible con el micrófono de la consola, mediante el que el usuario puede anunciar la llegada a las estaciones, exhortar a los pasajeros a que se bajen del tren, o repartir improperios si se sentía algo guasón.
Lo cierto es que como experiencia de simulación no es gran cosa, se acerca más al arcade y buscar descaradamente la diversión y la cercanía con el jugador. Densha de GO! 64 contiene 7 líneas principales reales del país nipón, se pueden utilizar 13 tipos de trenes, y hay 16 misiones a cumplir en el modo de juego principal. Divertido a ratos es toda una curiosidad en el catálogo de la consola.
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Snowboard Kids 1 y 2
Este juego es divertidísimo. En su momento la primera parte pasó casi desapercibida, seguramente por la alargada sombra que proyectaba 1080º de la propia Nintendo, que acaparaba los focos de las revistas especializadas y la atención de los usuarios. Los juegos de snow estaban de moda por aquellos años, y títulos como Coolboarders para PlayStation eran la confirmación de la regla. Sin embargo, el cariz de Snowboard Kids es diferente al de sus “hermanos mayores”. Racdym decidió llevar la competición sobre la nieve al estilo de Mario Kart y les salió bien, vaya que si.
De primeras Snowboard Kids puede parecernos algo insulso e incluso injugable, pero a poco que le demos una oportunidad podremos comprobar como guarda dentro una fuerte personalidad y originalidad. En primer lugar porque podremos recoger hasta dos ítems en carrera para utilizarlos contra nuestros contrarios (o a nuestro favor), y en segundo lugar porque tendremos que combinar las acrobacias con la recogida de estos ítems. Cuando llegamos al final de la pista nos subiremos a un telesilla (en una secuencia genial) que nos llevará de vuelta a la cima para bajar nuevamente. Lo bueno es que Snowboard Kids abusa incluso más que Mario Kart de la famosa ventaja de nuestros perseguidores. Aquí difícilmente podremos dar por ganada una carrera hasta que no crucemos la línea de meta. Los ítems caen y se utilizan a una velocidad pasmosa, y las gracietas y carcajadas (también la frustración, no lo olvidemos), están aseguradas durante la partida, ya que los personajes controlados por la CPU no son listos, pero si que utilizan los objetos para jorobarnos continuamente. ¡Malditos!
El modo multi también es una risa, gracias a que hasta 4 amiguetes pueden hacer snow a la vez, mientras que la segunda parte, sin demostrar mucho más, conseguía mejorar algunos aspectos de Snowboard Kids que lo hacían suficientemente apetecibles. El único aspecto negativo que le encontramos es la banda sonora, enclenque y sin gracia, aunque con mucho ritmillo y rápida. Con todo es una alternativa genial a los sobados juegos de snowboard “serios”, y a los típicos juegos de karts. Muy, muy divertido.
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La semana que viene nos meteremos de lleno con otros títulos interesantes para la consola, como Ogre Battle 64, Dezaemon 3D o Stunt Race 64. ¡No os lo perdáis!
Fotos: Nintendo64ever
Me encanta este recopilatorio de juegos de N64, algunos ni los conocía... Creo que tengo muy abandonada mi N64, voy a tener que alimentarla con alguno de los juegos que estais comentando ;)
ResponderEliminarBeetle adventure racing era un juegazo que se te caía el culo. Qué bien no ser el único que se acuerda de ese gran cartucho LEÑE q bueno era!
ResponderEliminarDe hecho todo lo que hizo paradigm entertainment para N64 era de primera categoría