¡Es viernes! - Infestor

Aquí estamos otra vez, sugiriéndote unas buenas alternativas a los típicos juegos comerciales para que mates esas horas muertas entre tanto shooter en primera persona o RPG inacabable. ¿Estás preparado para tu dosis semanal de juegos indie?

Hemos decidido elegir esta vez a uno de esos juegos que pueden ser disfrutados directamente desde el navegador de internet. Lo bueno de estos títulos es que son compatibles con la mayoría de ordenadores y dispositivos que soporten flash, así que Infestor, un simplista juego de plataformas y puzzles parece ser el candidato ideal a poco que te gusten los gráficos pixelados y las partidas cortas sin quebrarte mucho el seso...

Infestor es obra de Woblyware, un pequeño estudio formado por un único hombre que tiene ya en su haber bastantes títulos. La mayoría de ellos sigue el mismo esquema de sencillez y diseño artístico basado en el pixelado de sprites y personajes, pero nos hemos fijado en una de sus últimas producciones, Infestor, debido a la rapidez con la que nos hacemos con los mandos y la jugabilidad directa y sin miramientos de la que hace gala.

En el papel de un extraño virus, tendremos que superar nivel tras nivel aprovechando nuestra capacidad de posesión de los humanos que veremos dispersos a lo largo de los niveles. Cuando nos acercamos a uno de estos humanos adquirimos su habilidad (empujar cajas, saltar más alto...) con lo que poder acceder a las partes de los niveles que en un principio podemos creer inalcanzables. Tras un buen puñado de niveles que nos valdrán como manual de instrucciones o tutorial (y que lo cierto es que no presentan excesivas complicaciones), llegará lo bueno del juego con algunas fases que nos harán pensar un poquito más de la cuenta si queremos llegar hasta el tubo de aspiración que marca el final del nivel.

Gráficamente bastante agradable y dotado de unos controles bastante ajustados y sencillos (flechas de dirección y dos botones para las acciones de nuestro virus), el único problema que le vemos a Infestor es la repetición del concepto y el diseño de niveles. El autor no ha sabido dotarlo de una variedad interesante de situaciones, y la facilidad con la que se llega al final de cada uno de ellos no ayuda a disipar esta sensación, dejando un poco de lado el carácter de puzzle del juego. Con todo no deja de ser un pequeño juego divertid, muy adecuado para unos minutos de descanso entre hoja y hoja de cálculo por ejemplo, al que no se le debe pedir más de lo que ofrece: niveles lineales, una mecánica simplista y aires de querer hacerlo mejor en una probable secuela. Para probarlo al menos...